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Para llegar a este punto, probablemente hayas hecho de todo, desde contestar el teléfono hasta contratar a un administrador general. Así que con justa razón puedes afirmar que conoces tu empresa al derecho y al revés, en general y al detalle.
En caso de que exista alguna operación de la cual no puedas hacerte cargo de forma personal, quizá uno de tus colaboradores la resuelve sin problemas. Sin embargo, hay excepciones a esta regla. Por lo general, los asuntos demasiado técnicos que se refieren a leyes, contabilidad, administración y mercadotecnia es mejor dejarlos en manos de expertos externos.
Si bien con el tiempo tal vez llegues a dominar ciertos términos legales y financieros, algo que resulta muy importante, ¿para qué molestarte tú mismo en estas tareas? Encargalas a proveedores de servicios profesionales; ellos pueden resolverlas más rápido y de manera más efectiva (y económica) que lo que tú harías. Además, tus habilidades y energía deben concentrarse en desarrollar nuevas áreas de oportunidad para tu compañía.
En cuanto a contabilidad, una de las tendencias más redituables para las empresas es la contratación mediante el esquema de outsourcing.
El outsourcing, es un proceso que ayuda a que una compañía haga frente a proyectos especiales o inesperados con estricto cumplimiento de la legislación vigente en materia de seguridad social, contabilidad, laboral y fiscal.
A nivel Latinoamérica, el 49% de las empresas utilizó outsourcing, debido a que redujo sus costos en los departamentos de recursos humanos, contabilidad y el pago de nómina.
En el estudio International Business Report (IBR) 2015, la firma indicó que el 55% de los ejecutivos mexicanos tomó en consideración la confianza en el proveedor del servicio de outsourcing, mientras que un 39% puso atención en la experiencia dada a otras empresas.
Hoy en día se requieren especialistas fiscalistas y financieros para diseñar y ajustar estrategias, así como para desarrollar procedimientos de control y vigilancia que permitan cumplir de manera ágil y segura con las obligaciones tributarias y contables de conformidad con las Normas de Información Financiera.
La percepción de que solo las grandes corporaciones necesitan externalizar servicios es errónea, pues, de hecho, los expertos recomiendan a las pymes delegar aquello que no forme parte del eje estratégico de la empresa, a fin de ganar mayor productividad y efectividad.
Muchas empresas tienen un contable interno que se encarga de contabilizar todos los movimientos económicos (contabilizar las facturas emitidas y recibidas, conciliar bancos…) para luego mandar toda esta información a su asesoría fiscal, que se encarga de revisar y presentar los impuestos correspondientes.
Sin embargo, los últimos avances en Automatización Contable permiten externalizar este servicio (Outsourcing Contable) reduciendo de forma muy significativa el coste, aumentando la productividad y reduciendo los errores contables a la mínima expresión.
Quizá fomentar un outsourcing contable sea una respuesta efectiva y oportuna para cubrir los requisitos del mercado actual.
Fuentes: Entrepreneur, Forbes.
